La ‘Ley Mordaza’ llega a las redes sociales. El PP ha propuesto una reforma que condene a los memes (los montajes fotográficos hechos con un fin satírico) como delito. Este grito en defensa de los derechos a la intimidad y el honor —en forma de proposición no de ley— ha provocado una reacción contra los populares. El PP ha matizado que no se engloban todos los memes en la propuesta, sino solo aquellos que incurran en insulto. Pero, ¿qué se va a considerar insulto?, ¿quién pone los límites?
Las redes sociales han sido, por supuesto, el mejor escaparate de réplicas hacia la propuesta; en Twitter se creó el hastag #SinMemesNoHayDemocracia.
Nos preocupa esta reforma porque Internet no requiere leyes especiales: deben existir en la red los mismos derechos y obligaciones que fuera de ella, y la normativa actual sobre derecho al honor ya da cobertura a estos supuestos. La experiencia nos indica que, cuando se regula Internet de manera específica, el resultado es un recorte de libertades y derechos que luego es muy difícil de revertir.
Virginia Pérez Alonso, presidenta de la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI) en Diario Público el 7/11/2016
No es la primera vez que se intenta acabar con el humor en Internet. En Indonesia, el Gobierno se ha escudado en la protección del «acoso digital», aunque realmente están cortando las alas a la libertad de expresión. Pero, como ya hemos preguntado antes, ¿con qué criterio se va a castigar a quien haga humor?, ¿el gobierno castigaría las ofensas a todo el mundo o solo cuando se atente contra él?
EL HUMOR EN INTERNET
El humor se ha convertido en un tema cuya frontera se hace muy difícil de dibujar pese a que ya llevamos tiempo en la era digital. Hay quienes piensan que en la red puedes decir de todo, y algunos lo hacen bajo una falsa identidad mientras que otros sí dan la cara. También los hay que se escandalizan de forma perpetua; ¡venga ya!. La sátira es necesaria, en la vida cotidiana y en la que desarrollamos ante la pantalla. Pero cuando la broma se hace recurriendo al humor negro y sobre un tema que golpeó duramente en su momento es cuando se genera la polémica.
Como ejemplo más reciente se encuentra Guillermo Zapata, concejal de Ahora Madrid y ex concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Madrid (tras la dimisión que hizo cuando saltó la polémica). De entre los twits que publicó (en 2011) destaca el que escribió sobre Irene Villa, dando cuenta de su humor negro : ❛Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcàsser para que no vaya Irene Villa a por repuestos❜. Ahora es noticia porque ha sido el juicio, precisamente por el twit mencionado.
Zapata se defendió desatribuyéndose la autoría del chiste y lo contextualizó en un debate ya existente sobre los límites del humor negro, precisamente. Y entró en juego en su argumentación un elemento gráfico, las comillas, a lo que se agarra para demostrar que la broma no era suya, intentando evitar los 20 meses de cárcel que la Asociación Dignidad y Justicia pide para él. La defensa de Zapata alegó en el juicio que su defendido se había desvinculado del terrorismo, se había disculpado y había recibido el reconocimiento de la AVT en su labor como concejal.
El concejal ha relatado cómo dimitió del cargo porque el área de Cultura está «relacionada con la cuestión de la libertad de expresión y para ejercer ese cargo público no se podían plantear dudas partiendo de una polémica de este estilo». Antes había pedido disculpas a Irene Villa, quien escribió a la Audiencia Nacional después para asegurar que no se sentía humillada.
Eldiario.es 7/11/2016
Las siguientes preguntas se hacen inevitables:
- ¿El no ser autor del chiste le hace menos culpable? La difusión supone dar visibilidad a algo que otra persona ha dicho. Siendo un personaje más o menos público, se supone que tiene un número de seguidores en redes sociales bastante elevado. Eso hace que ese humor negro llegue a número alto de personas.
- ¿El perdón del sujeto de burla (Irene Villa) le exculpa de la pena? Desde luego que no. Puede ser una consideración a favor que tenga en cuenta el juez si finalmente es penado, al igual que el reconocimiento en su momento de su labor por parte de la AVT; pero en ningún caso constituye un hecho exculpatorio.
Humanos 
One Pingback